Al reírnos aumentan los niveles de endorfinas, el anestésico natural del cuerpo.
Es más, incluso después de REÍR el organismo sigue notando sus efectos. Tras reírnos, hay un breve período durante el cual la presión sanguínea baja y el corazón se desacelera.
Es más, incluso después de REÍR el organismo sigue notando sus efectos. Tras reírnos, hay un breve período durante el cual la presión sanguínea baja y el corazón se desacelera.
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